Más que contenedor de objetos, guardaba secretos
Son muebles de madera de estructura rectangular con compartimentos en su interior, con muchos cajones. Eran representativos durante el siglo XVI al XIX, denominados así por su origen español ya que eran fabricados en la localidad de Bargas, provincia de Toledo, España. En otras lenguas europeas eran conocidos como “cabinet”. Existían diferentes tipos de bargueños, algunos con diferentes decoraciones y/o revestimientos, tallas, sobrepuestos de pinturas y plata, oro, hueso de res, conchas, etc, carecían de pies o soportes, se colocaban directamente en el suelo o sobre una mesa. Algunos tenían una tapa abatible, que una vez abierta se convertía en escritorio. En el bargueño se solían guardar objetos pequeños y valiosos, como joyas, documentos o pertenencias, que se almacenaban celosamente, a veces incluso de manera muy reservada.
Hoy en día los bargueños solo podemos apreciarlos en algunos museos, como el de las Madres Conceptas de Loja, ya que no son usados en las casas modernas, donde se usa otro tipo de muebles y cajoneras.
¿Te imaginas hoy usar un bargueño? Cuéntanos: qué objetos guardarías ahí?